Joaquín callaba por sistema; nunca decía
nada. Enmedecía y cuando se aburría de
hacerlo, se apoyaba entre dos sillas y
recurría al puntapié.
A su mujer la sentaba muy bien un punterazo
a tiempo.
CAMILO JOSE CELA
nada. Enmedecía y cuando se aburría de
hacerlo, se apoyaba entre dos sillas y
recurría al puntapié.
A su mujer la sentaba muy bien un punterazo
a tiempo.
CAMILO JOSE CELA