Entre padre e hijo.
¿Qué tal el viaje en
tren, hijo?.
Fatal. Me tocó sentarme junto a una
ventana que no había modo de cerrar. Y claro, todo el viento frío que entraba me daba en la nariz. Y ahora estoy resfriado.
Pues haberte cambiado de sitio, ¿no?
Pero, ¿con quién; SI EL VAFÓN IBA VACIO?