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CANTORAL (Palencia)

jugando frente a la casa de santos

La oración ocupa un lugar central en toda religión.
Los cristianos lo hacemos siempre en el nombre de
Jesús. Significa que no lo podemos hacer de cualquier
manera, sino como discípulos suyos. El es nuestro modelo
para dirigirnos a Dios y lo debemos hacer animados
por los mismos sentimientos y la misma actitud que
él tuvo ante el Padre.
Orar en nombre de Jesús significa también que lo
hacemos movidos por su Espíritu, que habita en
nosotros y que nos congrega en comunidad. Por eso,
cuando oramos en nombre de Cristo, lo hacemos como
miembros de su Cuerpo, que es la Iglesia. Un
cristiano no puede orar si no es abriéndose fra-
ternalmente a los demás, por eso la oración en
nombre de Jesús exige abrirse al perdón y a la
reconciliación.
Todo esto tiene su raíz en que Crisato es nuestro
único Mediador ante el Padre. Al rezar no hacemos
sino participar en esa oración que Cristo eleva
al Padre por la creación entera. De esa oración
reciben todo su valor, significado y hondura
nuestras oraciones y suplicas. Por eso, la oración
en nombre de Cristo es una oración universal,
abierta a todos los hombres y mujeres del mundo,
incluso a los que podemos sentir como enemigos. ... (ver texto completo)