" ¡En pie!", rugió uno de los guardias, a lo que
el prisionero se levantó vacilante en una posi-
ción que, sin duda, no podia considerarse correcta
para la sección de custodia, tenía la espalda encorvada.
JAN GUILLOU
el prisionero se levantó vacilante en una posi-
ción que, sin duda, no podia considerarse correcta
para la sección de custodia, tenía la espalda encorvada.
JAN GUILLOU