Lo mismo decía el, profeta Zacarías. Todo el mundo
pensaba en un Mesías guerrero, que haría a
Israel
vencer a todos sus enemigos. Pero el esperado Mesías
sería modesto, su cabalgadura sería un burro, y para
nada contaría con
carros de guerra, ni
arcos ni flechas
sembraría la paz...
También Pablo ha entendido muy bién de qué se trata.