DOMINGO DE RAMOS
Hoy, Domingo de Ramos, podemos quedar distraídos de lo esencial: la entrada de
Jesús en Jerusalén no es un triunfo, sino un acto de supremo valor. Y es que él
sabe que si entra en Jerusalén lo van a matar. Pero siente que esa es su misión
y la cumple hasta el final.
Así es como lo entienden Isaías y también Pablo en su carta a los cristianos de
Filipos.
Y con esas pistas podemos leer la Pasión. Si habíamos esperado éxitos victoriosos,
conversiones en masa, aclamaciones de ... (ver texto completo)
Hoy, Domingo de Ramos, podemos quedar distraídos de lo esencial: la entrada de
Jesús en Jerusalén no es un triunfo, sino un acto de supremo valor. Y es que él
sabe que si entra en Jerusalén lo van a matar. Pero siente que esa es su misión
y la cumple hasta el final.
Así es como lo entienden Isaías y también Pablo en su carta a los cristianos de
Filipos.
Y con esas pistas podemos leer la Pasión. Si habíamos esperado éxitos victoriosos,
conversiones en masa, aclamaciones de ... (ver texto completo)