UNA PENITENCIA IMPOSIBLE.
A una mujer que se confesaba de hablar
frecuentemente mal de los demás,
San Felipe
Neri le preguntó:
- ¿Frecuentemente, cuántas veces son?.
-Casi todo el día, padre-contestó.
-Hija, tu falta es muy grave. Es necesario,
pues, que hagas una penitencia en proporción
a la falta cometida. Esto es lo que harás: mata
una gallina y traémela enseguda; mientras
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