Todos estos alimentos se pueden encontrar
en el
mercado frescos y de calidad, pero
quizá tenga la suerte de disponer de un
huerto en
casa, lo que le permitirá llevar
a cabo una recolección directamente y
encontrarse con la
naturaleza. Si opta por
tomarlos directamente del
campo, tenga en
cuenta dos premisas recoger solo lo que
se vaya a consumir y no agredir al entorno.