LA ESTIMULACIÓN DEL BEBÉ
Hoy en día se vende por muchos medios la necesidad de estimular tempranamente a
un bebé con objetos: el libro de tela que desarrolla el tacto, los sonajeros
ruidosos, los juguetes multicolores, etc. El bebé solo tiene dos manos y las
dirige de una manera muy aproximada; sin embargo, ya tiene ante sus ojos una
veintena de objetos que captar. Todos atractivos y de ninguna manera inútiles,
pero se han convertido en casi indespensables. Se da a entender que si no los
tiene se va a abirrir o va a quedar rezagado en su desarrollo. Igualmente, se
atreven a hablar de la alfombra del "despertar". Tres trozos de tela de colores
y dos bocinas, unos cuantos objetos atractivos sin valor y ya tenemos al niño
hecho un listillo. Hacer creer que una alfombra va a "despertar" a un niño es
jugar con la ingenuidad de los padres. Ciertamente, no es tóxuca, pero ¿Por qué
considerarla necesaria y atribuirle virtudes educativas?.
¿Qué es lo que de verdad despierta a un bebé?. El sonido de la voz de sus padres,
el contacto suave de sus caricias, que sus necesisdades vitales quedan satisfechas
dentro de un clima cálido y lleno de vida. Por lo menos hasta los seis meses, nada
más que indipensable. Todo lo demás no son más que cosas accesorias. ... (ver texto completo)
Hoy en día se vende por muchos medios la necesidad de estimular tempranamente a
un bebé con objetos: el libro de tela que desarrolla el tacto, los sonajeros
ruidosos, los juguetes multicolores, etc. El bebé solo tiene dos manos y las
dirige de una manera muy aproximada; sin embargo, ya tiene ante sus ojos una
veintena de objetos que captar. Todos atractivos y de ninguna manera inútiles,
pero se han convertido en casi indespensables. Se da a entender que si no los
tiene se va a abirrir o va a quedar rezagado en su desarrollo. Igualmente, se
atreven a hablar de la alfombra del "despertar". Tres trozos de tela de colores
y dos bocinas, unos cuantos objetos atractivos sin valor y ya tenemos al niño
hecho un listillo. Hacer creer que una alfombra va a "despertar" a un niño es
jugar con la ingenuidad de los padres. Ciertamente, no es tóxuca, pero ¿Por qué
considerarla necesaria y atribuirle virtudes educativas?.
¿Qué es lo que de verdad despierta a un bebé?. El sonido de la voz de sus padres,
el contacto suave de sus caricias, que sus necesisdades vitales quedan satisfechas
dentro de un clima cálido y lleno de vida. Por lo menos hasta los seis meses, nada
más que indipensable. Todo lo demás no son más que cosas accesorias. ... (ver texto completo)