Estar enamorado es obtener desprecio por gemidos,
miradas coquetas por suspiros amargos que poceden
del corazón, un débil instante de gozo por veinte noches en vela, rebosantes de cansancio y aburrimiento.
Si por suerte se consigue lo deseado, puede sobrevenir
la desgracia; y si se pierde, lo que se logra es un
esfuerzo trabajoso. En cualquiera de los casos, no
pasa de ser una locura alcanzada con agudeza o una
agudeza vencida por la locura.
Los Hidalgos de Verona. Cibeles era la diosa de la
Madre Tierra.