Oramos por los jóvenes enfermos y por
quienes luchan por mejorar la salud
infantil. Al hacernos cargo de los niños,
que podamos acoger al mismo Cristo. El agraciado reconocio el uno y el otro
con una profunda reverencia a instigación
del bedel y después lo llevaron a una gran
sala del hospìcio, donde, un duro lecho, se
durmió sollozando.
Charles Dickens