Habia sido doblemente provocador, así que se
hallaba en un triple peligro; por lo de sopo-
rífero y lo de los pechos, y por judía, aquella noche, cada vez que oía un coche o un camión
en la calle, pensaba; ahí están son ellos.
MARTIN AMIS. Respecto a la señora Zoa, recelaba que,
informarla, se sentiría celosa y saltaría
a los ojos de la Amalia como una pantera,
guardó pues el secreto para sí, aunque
la Amalia se las arreglaba, (Guiños fugaces,
sonrisas, evasivas) para recordarle, de
vez en cuando, su complicidad. tino este fin de semana me imagino que llegaras de todas maneras te llemare esta noche para confirmarlo, un fuerte abrazo y ewspero que el tiempo empiece a acompañar que ya estamos en mayo.