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operario dentro de la zanja, CANTORAL

Santiago Nasar tenía un talento casi mágico
para los disfraces, su diversión predilecta
era trastocar la identidad de las mulatas.
Saqueaba los roperos de unas para disfrazar
a las otras, de modo que todas terminaban
por sentirse distintas de sí mismas e iguales
a las que no eran.
GABRIEL GARCIA MARQUEZ