No es preciso aumentar el aporte de calorías,
pero sí la cantidad de nutrientes necesarios para
el buen funcionamiento del sistema nerviosos, ya que
intervienen en la concentración, la memoria, el rendimiento
intelectual y el estado de animo. Estos nutrientes son: vitaminas
del grupoB, vitamina B12 y ácido fólico; vitamina E, sales minerales
como potasio, magnesio y zinc y oligoelementos. De todos modos, además
de alimentar bien al cerebro, hay que ejercitarlo.-