El sentimiento es una flor delicada,
manosearla es marchitarla.
Mariano José de Larra. La tercera lectura cambia de género, para
incluir el más bello de los piropos,
dirigido a María por Isabel:" ¡Bendita
tú entre las mujeres y bendito el fruto
de tu vientre!". Y termina con el canto
de María, poniendo las cosas en su sitio:
no se trata de alardes ostentosos, sino
de la gran revelación: Dios es de los
pobres y para los pobres. Y María es el
ejemplo de mujer pobre, por la que se...