la hierba segada el resto para las vacas,
CANTORAL
(18 de Julio de 2014)
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El objeto de la oratoria por sí
sola no es la verdad, sino la
persuasión.
Frustrado por su situación, uno dice:
-Mi mujer no me comprende, ¿y la tuya?
-No lo sé, no te conoce y nunca le hablo de ti.