robledal junto al río, CANTORAL

(18 de Julio de 2014)
En cuanto empezó a hablar, su voz resonó impetuosa
y vibrante, y aun cuando se notaba que se había
aprendido el discurso de memoria. En sus palabras
palpitaba un alma; temblaba en su voz una emoción
medrosa, un llanto doloroso irreprimido, y todos
se conmovieron profundamente.