En el año 2012 arribó al Colegio San Agustín de Palencia, donde permanece actualmente, con la silla de ruedas como inseparable compañera, pero con suficiente agilidad mental para recordar y relatar su ajetreada vida humana y apostólica. Entre sus hobbys se encuentra la faceta viajera y escritora. Por algo fue profesor de Lengua y Literatura y dirigió revistas colegiales, amén de tener el título de periodismo y ser un excelente orador.