Después de haber examinado ante Dios reiteradamente
mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la
edad avanzada, ya no tengo fuerzas para el ejercicio
adecuado del ministerio petrino.
mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la
edad avanzada, ya no tengo fuerzas para el ejercicio
adecuado del ministerio petrino.