En la liturgia se inciensan algunos objetos
(altares, cruces, vasos sagrados, imágenes, los
Evangelios..) remitiendo su ultimo sentido a
Dios. Mover el incensario señalando los cuatro
puntos cardinales es recordar el sacrificio
de la cruz, causa de nuestra redención. Describir
con él un círculo en torno a las ofrendas
eucaristicas, es circunscribirlas con el sagrado
aroma, signo del poder del espíritu que las
santifica y las transforma para nosotros en
cuerpo y sangre de Cristo. Y cuando se inciensa
a lñas personas en algunas misas solemnes y
en las exequias reconocemos la dignidad de
la persona como imagen auténtica de Dios
sobre la tierra.
(altares, cruces, vasos sagrados, imágenes, los
Evangelios..) remitiendo su ultimo sentido a
Dios. Mover el incensario señalando los cuatro
puntos cardinales es recordar el sacrificio
de la cruz, causa de nuestra redención. Describir
con él un círculo en torno a las ofrendas
eucaristicas, es circunscribirlas con el sagrado
aroma, signo del poder del espíritu que las
santifica y las transforma para nosotros en
cuerpo y sangre de Cristo. Y cuando se inciensa
a lñas personas en algunas misas solemnes y
en las exequias reconocemos la dignidad de
la persona como imagen auténtica de Dios
sobre la tierra.