Volvio a su hotel con la vacilante dignidad de quien
ha pasado algunos días en la cárcel, con sus manos más
huesudas y la voz algo más oscura.
Cuando Biralbo entró en su habitación y lo vio tendido
en la cama se asombro de no haber tenido hasta entonces
la cara de muerto que tenía.
ha pasado algunos días en la cárcel, con sus manos más
huesudas y la voz algo más oscura.
Cuando Biralbo entró en su habitación y lo vio tendido
en la cama se asombro de no haber tenido hasta entonces
la cara de muerto que tenía.