Paramos en Bartlet Hot Springs. Detenidos
en el crepúsculo momentáneo de nuestra
propia polvareda, mi padre sin esperar a
que el aire aclarase, abriendo enseguida
la puerta de su lado, apeándose, sombra
alta y delgada, el rifle al hombro. Mi
padre cincelado y radiante incluso en
silueta, cosa aparte del resto de la
tierra, su presencia excesiva. Echando
luego a andar, vereda allá, hacia el
manatial. Mi abuelo se apeó por el otro
lado de la cabina con los limones".
en el crepúsculo momentáneo de nuestra
propia polvareda, mi padre sin esperar a
que el aire aclarase, abriendo enseguida
la puerta de su lado, apeándose, sombra
alta y delgada, el rifle al hombro. Mi
padre cincelado y radiante incluso en
silueta, cosa aparte del resto de la
tierra, su presencia excesiva. Echando
luego a andar, vereda allá, hacia el
manatial. Mi abuelo se apeó por el otro
lado de la cabina con los limones".