Carlos me recordaba a Quique no solo por
su aspecto varonil fuerte, atractivo, de
talante abierto y con predidposición a
la libertad, sino por otros detalles,
desde la forma de mirarme a la manera
de buscar la forma de seducirme.
JORDI
SIERRA I FABRA: lOS
ESPEJOS DE LA
NOCHE.