Sintio sus ojos abiertos y luego los vio, brillantes y
negros en la penumbra azulina, pugnando por liberarse
de una sumisión contradictoria, como esas dos joyas
incrustadas en una figura inespresiva y tosca, que
tratan inutilmente de salir de ella para hablar de
su superior condición.
JUAN BENET
negros en la penumbra azulina, pugnando por liberarse
de una sumisión contradictoria, como esas dos joyas
incrustadas en una figura inespresiva y tosca, que
tratan inutilmente de salir de ella para hablar de
su superior condición.
JUAN BENET