Su curioso gruñido fue tan estentóreo
que el camarero acudió, servicial y
discreto, creyéndose requerido, le
fueron encargados otros dos Wiskies
y se largó a cumplir con su obligación,
contento aunque algo sobresaltado.
que el camarero acudió, servicial y
discreto, creyéndose requerido, le
fueron encargados otros dos Wiskies
y se largó a cumplir con su obligación,
contento aunque algo sobresaltado.