Al despedirse un obispo polaco después de
una audiencia, y ya casi desde la puerta, dijo:
"Alabado se Jesucristo". Entonces, el Papa le
respodió:"En Bérgamo, nuestro pueblo, que
es listo y piadoso, al saludo Alabado sea
Jesucristo se responde: Sea por siempre alabado,
señor cura, y el diablo sea ahorcado".
una audiencia, y ya casi desde la puerta, dijo:
"Alabado se Jesucristo". Entonces, el Papa le
respodió:"En Bérgamo, nuestro pueblo, que
es listo y piadoso, al saludo Alabado sea
Jesucristo se responde: Sea por siempre alabado,
señor cura, y el diablo sea ahorcado".