Se sentaba conmigo en nathal junto
al muro del patio y calculaba, con
el sol poniente, cuántas veces había
estado en París, cuantas en Londres y
en Roma, cuántos miles de botellas de
champaña se había bebido, cuántas
mujeres había seducido y cuantos libros
había podido leer.
THOMAS BERNHARD
al muro del patio y calculaba, con
el sol poniente, cuántas veces había
estado en París, cuantas en Londres y
en Roma, cuántos miles de botellas de
champaña se había bebido, cuántas
mujeres había seducido y cuantos libros
había podido leer.
THOMAS BERNHARD