"Me sentí mejor tras dejar aquel mensaje,
como sí me hubiera desprendido del
mordisco de un perro en mitad de una
pesadilla espesa. Sabía que podía confíar
en Rosalía Martín, en su comprensión, en
su voluntad. Nos conociamos desde que
ambas comenzamos a dar nuestros primeros
pasos en la Universidad, cuando yo era
aún una joven profesora con un escualido
contrato temporal y ella, responsable de
nutrir un recién gestado servicio de
relaciones internacionales.
MARIA DUEÑAS
como sí me hubiera desprendido del
mordisco de un perro en mitad de una
pesadilla espesa. Sabía que podía confíar
en Rosalía Martín, en su comprensión, en
su voluntad. Nos conociamos desde que
ambas comenzamos a dar nuestros primeros
pasos en la Universidad, cuando yo era
aún una joven profesora con un escualido
contrato temporal y ella, responsable de
nutrir un recién gestado servicio de
relaciones internacionales.
MARIA DUEÑAS