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ANTONIO GIMENO
Su iniciativa de ceder al Consistorio de
L, Alcúdia una promoción de 25 viviendas
para que fueran alquiladas a personas que
habían perdido sus viviendas por el módico
precio de 50 euros mensuales, fue una buena
noticia que iluminó el corazón de muchos
hogares españoles en las navidades del 2012.
Antonio declina dar el nombre de su empresa
porque no busca la fama: "Esta es una
pequeña iniciativa que no resuelve nada,
quizá solo el problema de 25 familias y de
manera temporal", expresó.
En 2011 le detectaron un cáncer y, tras más
de tres meses hospitalizado, pasó por un
largo proceso de recuperación en el que
tuvo que volver a aprender a escribir, leer
e incluso caminar."A partir de ese momento
tuve más tiempo para pensar y para digerir
otro punto de vista: vi que teníamos demasiadas
cosas, mientras que hay muchísima gente pasándolo
mal. Me pregunté qué podía hacer yo, desde
mi trabajo, qué sentido tenía que hubiera
familias malviviendo con 500 euros al mes
mientras se les pedía casi lo mismo de cuota
de hipoteca".
Una de las beneficiarias de este alquiler fue
Isabel Fernández, que perdió su piso por no
poder pagar una hipoteca de 570 euros. "An-
tonio es un ángel caido del cielo, aseguró.
Su iniciativa de ceder al Consistorio de
L, Alcúdia una promoción de 25 viviendas
para que fueran alquiladas a personas que
habían perdido sus viviendas por el módico
precio de 50 euros mensuales, fue una buena
noticia que iluminó el corazón de muchos
hogares españoles en las navidades del 2012.
Antonio declina dar el nombre de su empresa
porque no busca la fama: "Esta es una
pequeña iniciativa que no resuelve nada,
quizá solo el problema de 25 familias y de
manera temporal", expresó.
En 2011 le detectaron un cáncer y, tras más
de tres meses hospitalizado, pasó por un
largo proceso de recuperación en el que
tuvo que volver a aprender a escribir, leer
e incluso caminar."A partir de ese momento
tuve más tiempo para pensar y para digerir
otro punto de vista: vi que teníamos demasiadas
cosas, mientras que hay muchísima gente pasándolo
mal. Me pregunté qué podía hacer yo, desde
mi trabajo, qué sentido tenía que hubiera
familias malviviendo con 500 euros al mes
mientras se les pedía casi lo mismo de cuota
de hipoteca".
Una de las beneficiarias de este alquiler fue
Isabel Fernández, que perdió su piso por no
poder pagar una hipoteca de 570 euros. "An-
tonio es un ángel caido del cielo, aseguró.