Empezamos con una primitiva historia
de conversión.
El profeta Jonás avisa a la corrompida
ciudad de Nínive: Dios está harto de sus
abusos. Si no cambia, será destruida. Y los
ninivitas se lo toman en serio, cambian, se
arrepienten, y Dios les perdona.
Esa misma palabra, conversión, es la
primera que usa Jesús cuando empieza a
predicar. Pero lo hace en un sentido más
fuerte y sin amenazas: el motivo de la
conversión no es el miedo al castigo, sino
una Buena Noticia, un anuncio gozoso:
"ya está aquí el reino de Dios"
¡Cómo han cambiado las cosas! Antes Dios
amenazaba.
Ahora, ionvita a un proyecto. Antes el
futuro podía ser la destrucción; ahora
el futuro es el reino, el gran Proyecto
de Dios.
Y Pablo, que se ha enrolado en el Reino,
urge a todos a que se enganchen del todo
Nada es más importante que el Reino, no os
conformeis con menos.
de conversión.
El profeta Jonás avisa a la corrompida
ciudad de Nínive: Dios está harto de sus
abusos. Si no cambia, será destruida. Y los
ninivitas se lo toman en serio, cambian, se
arrepienten, y Dios les perdona.
Esa misma palabra, conversión, es la
primera que usa Jesús cuando empieza a
predicar. Pero lo hace en un sentido más
fuerte y sin amenazas: el motivo de la
conversión no es el miedo al castigo, sino
una Buena Noticia, un anuncio gozoso:
"ya está aquí el reino de Dios"
¡Cómo han cambiado las cosas! Antes Dios
amenazaba.
Ahora, ionvita a un proyecto. Antes el
futuro podía ser la destrucción; ahora
el futuro es el reino, el gran Proyecto
de Dios.
Y Pablo, que se ha enrolado en el Reino,
urge a todos a que se enganchen del todo
Nada es más importante que el Reino, no os
conformeis con menos.