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CANTORAL: Por ello, aunque algunos años nacen nuevas plantas...

Por ello, aunque algunos años nacen nuevas plantas en
abundancia pocas llegan a convertirse en árboles maduros,
que pueden alcanzar los 20 metros de altura.
En el caso de la Tejeda de Tosande en Palencia y en el
Tejedelo de Requejo de Sanabria (Zamora), su gran valor
ecológico ha obligado a una ordenación del bosque para
garantizar un adecuado uso y protegerlo de las agresio-
nes externas. El peligro que corren las zonas más sen-
sibles y frágiles, debido al tránsito de visitantes, se
sumó la detección de recolecciones furtivas de pies
jóvenes de tejo. Hace siete años se inició un proyecto
para intentar salvar las tejedas a través de protectores
individuales para los tejos pequeños, creando parcelas acotadas
para la repoblación con semillas de los brinzales de un
año, de cara a evitar su recolección o que sean pisados.
En el caso del Parque Natural de la Montaña Palentina, la
Tejeda de Tosande es uno de los lugares más visitados por
los turistas y, por ello, se han ido vallando las zonas
donde están creciendo los brotes para evitar sobre todo
que el ganado se los coma. Estas medidas han tenido unos
resultados muy positivos al evitar el acercamiento de ani-
males para alimentarse con los tallos y brotes de los ar-
bolitos más jóvenes, señala Juan Andrés Oria.
También se trata de impedir a través de talas que las
hayas ganen terreno, además de haber señalizado y colocado
una pasarela de acceso para evitar que los senderistas
pisen los brotes jóvenes de lo tejos. En este sentido
existe una presión, a veces extraordinaria, como ocurre
en Tosande, donde algunos visitantes acostumbran a extraer
y llevarse a su lugar de origen los escasos ejemplares
del tejo de pequeña talla.
La dirección General de Turismo de la Junta reconoce en
la información que divulga sobre distintos espacios natu-
rales con especies arbóreas en peligro de extinción que
surgen dudas a la hora de trazar y diseñar las rutas
interpretativas, dado el gran valor biológico de los
bosques. Por ello recomienda que quienes accedan a los
tejedales lo hagan "suficientemente concienciados de su
valo único y de la necesidad de desechar actitudes que
pongan en peligro su supervivencia, como puede ser arran-
car plantas o recoger semillas o retoños de los tejos.
Antonio Fernández Marcuende, naturalista y vicepresidente
de la Asociación Nacional de Amigos del Tejo y las Tejedas,
explica que este tipo de bosques únicos localizados en
Castilla y León "son una reliquia de tiempos pasados y lo
ideal sería que siguieran siéndolo, al menos, algunos milenios
mas". Según señala, estas zonas protegidas lo tienen difícil
debido a la gran presión que ejercen los herbívoros -tanto
animales salvajes como ganado doméstico- a lo que hay que
sumar, a su juicio, "una promoción turística sin límites" que
conlleva una masiva presencia de senderistas.
"Ciertos lugares no deben visitarse sin control alguno y res-
tringir el acceso es la única manera de que estas y otras te-
jedas puedean preservarse y legar así futuras generaciones
una especie única en la historia de la tierra como los tejos"
opina. En este sentido, se postula a favor de que se organicen
visitas guiadas "evitando así que se acuda a estos espacios
protegidos sin ton ni son, de tal forma que siempre habrá una
persona que, además de aportar conocimientos, mostrará y di-
vulgará de forma didáctica los valores de esta especie arbórea".
Respecto a la venta de plantas de tejo para evitar su arranque,
Marcuende indica que la genética de esta especie tiene muchas
particularidades de cara a su adaptación a un medio natural
distinto del que procede.