IL BRAGHETTONE
Durante el Renacimiento, sobre todo después de Trento,
muchas obras de arte fueron censuradas por la iglesia
debido a los desnudos que en ellas se mostraban. El
caso más llamativo es la censura de los frascos de la
Capilla Sixtina de Roma, pintados por Miguel Angel
Buonnarotti, "el artista de Dios".
A causa de la censura eclesiástica, los desnudos del
Juicio Final fueron retocados el mismo año en que
murió el "Genio de Florencia" (1564). Su estilo pagano
y amoral, a criterio de las autoridades eclesiásticas,
no estaba en sintonía con los valores morales y espi-
rituales, que la iglesia enseñaba, y mucho más despues
de Trento.
Quien hizo esta labor fue el pintor Danielle di Volterra,
amigo, discipulo y protegido de Miguel Ángel. El papa Pío
IV le encargó cubrir las "verguenzas" de los personajes.
Volterra cumplió su cometido dibujando delicados velos y
sutiles bragas sobre las figuras para tapar sus partes
pudentas, lo que le costó el apodo de "Il Braghettone".
Muchos le consideran un traidor, pero para otros fue el
mismo Miguel Ángel quien le hizo el encargo, ya que no
quería que su obra la tocara cualquiera.
Durante el Renacimiento, sobre todo después de Trento,
muchas obras de arte fueron censuradas por la iglesia
debido a los desnudos que en ellas se mostraban. El
caso más llamativo es la censura de los frascos de la
Capilla Sixtina de Roma, pintados por Miguel Angel
Buonnarotti, "el artista de Dios".
A causa de la censura eclesiástica, los desnudos del
Juicio Final fueron retocados el mismo año en que
murió el "Genio de Florencia" (1564). Su estilo pagano
y amoral, a criterio de las autoridades eclesiásticas,
no estaba en sintonía con los valores morales y espi-
rituales, que la iglesia enseñaba, y mucho más despues
de Trento.
Quien hizo esta labor fue el pintor Danielle di Volterra,
amigo, discipulo y protegido de Miguel Ángel. El papa Pío
IV le encargó cubrir las "verguenzas" de los personajes.
Volterra cumplió su cometido dibujando delicados velos y
sutiles bragas sobre las figuras para tapar sus partes
pudentas, lo que le costó el apodo de "Il Braghettone".
Muchos le consideran un traidor, pero para otros fue el
mismo Miguel Ángel quien le hizo el encargo, ya que no
quería que su obra la tocara cualquiera.