"Ahora llevo otro peinado, las ondas me las hacen con
unas peinetas especiales que me traen de mi coiffeur
en París,
Antoine, que viajó a Madrid expresamente para cortarme
la melena, en la vispera de nuestro viaje a Barcelona
para inagurar la Exposición Universal, porque quería llevar
los sombreros cloche que tan de moda estaban. Pensé que
Alfonso me iba a reñir; siempre decía que las reinas
teníamos que llevar el pelo largo, por las diademas.
Pero la verdad es que ni siquiera se dio cuenta, porque
acababa de tener un hijo con la que no quiero nombrar.
Sano, claro está, sano".
PILAR EYRE
unas peinetas especiales que me traen de mi coiffeur
en París,
Antoine, que viajó a Madrid expresamente para cortarme
la melena, en la vispera de nuestro viaje a Barcelona
para inagurar la Exposición Universal, porque quería llevar
los sombreros cloche que tan de moda estaban. Pensé que
Alfonso me iba a reñir; siempre decía que las reinas
teníamos que llevar el pelo largo, por las diademas.
Pero la verdad es que ni siquiera se dio cuenta, porque
acababa de tener un hijo con la que no quiero nombrar.
Sano, claro está, sano".
PILAR EYRE