a pesar de que en realidad no hacía frío fuera,
tenía la sensación de que el viento que barría
la isla silbando atravesaba las paredes de la
casa, la gruesa ropa que llevaba, la piel y
esqueleto.
CAMILA LACKBERG
tenía la sensación de que el viento que barría
la isla silbando atravesaba las paredes de la
casa, la gruesa ropa que llevaba, la piel y
esqueleto.
CAMILA LACKBERG