Los doce son unos ilusos que se
han montado un mito. Ha muerto Jesús,
su fe está destrozada, están muertos de
miedo. Pero resucitan por la experiencia
innegable de Jesús vivo.
Tomás va más lejos y no se lo cree hasta
que el mismo Jesús se hace personalmente
evidente.
Así nació nuestra fe,, que nos lleva a
conocer y amar a Dios, porque somos Hijos,
como Jesús es el hijo, porque "hemos
nacido de Dios".
Por esa evidencia transformadora ellos
cambiaron de vida. La fuerza de Jesús les
hizo hermanos que todo, absolutamente
todo, lo compartían con gran generosidad.
Y así fueron testigos del resucitado.
No solo por sus palabras sino también,
y sobre todo, porque su vida había cambiado
Eran ya una humanidad resucitada,
nueva. Y todo el mundo veía con sus
propios ojos que Jesús no había muerto,
sino que estaba vivo y presente en su
Iglesia.
han montado un mito. Ha muerto Jesús,
su fe está destrozada, están muertos de
miedo. Pero resucitan por la experiencia
innegable de Jesús vivo.
Tomás va más lejos y no se lo cree hasta
que el mismo Jesús se hace personalmente
evidente.
Así nació nuestra fe,, que nos lleva a
conocer y amar a Dios, porque somos Hijos,
como Jesús es el hijo, porque "hemos
nacido de Dios".
Por esa evidencia transformadora ellos
cambiaron de vida. La fuerza de Jesús les
hizo hermanos que todo, absolutamente
todo, lo compartían con gran generosidad.
Y así fueron testigos del resucitado.
No solo por sus palabras sino también,
y sobre todo, porque su vida había cambiado
Eran ya una humanidad resucitada,
nueva. Y todo el mundo veía con sus
propios ojos que Jesús no había muerto,
sino que estaba vivo y presente en su
Iglesia.