SI SUFRE ARTROSIS.
Conviene mantener un peso corporal
apropiado, pues la obesidad es una
de las causas de la enfermedad y hace
que progrese más rápidamente.
El calor es beneficiosos. Alivia el dolor y
relaja la musculatura. Existen analgésicos,
antiinflamatorios, geles y cremas, infiltraciones
locales y fármacos que pueden evitar la
progresión de la artrosis. Siempre debe ser su
médico o reumatólogo quien decida lo más
adecuado para usted. No automedicarse.
Dormir en cama plana. Evitar sentarse en
sofás hundidos y usar sillas con respaldo
recto (caderas y rodillas mantienen una
posición natural y los pies en contacto con
el suelo).
El ejercicio aumenta la fuerza de los músculos
y protege la articulación. Es bueno
caminar, ir en bicicleta y nadar. Pero en las
fases con mayor dolor conviene el reposo.
Evitar sobrecargar las articulaciones. No coger
pesos, no caminar por terrenos irregulares
y no estar de pie mucho tiempo. Calzado
adecuado, con sula gruesa que absorba la
fuerza del impacto del pie contra el suelo.
Mejor zapato plano o con ligero tacón. Las
aguas mineromedicinales de los balnearios
mejoran el dolor y relajan la musculatura.
Lo más importante: mantener una actitud
positiva ante la enfermedad y la vida.
Conviene mantener un peso corporal
apropiado, pues la obesidad es una
de las causas de la enfermedad y hace
que progrese más rápidamente.
El calor es beneficiosos. Alivia el dolor y
relaja la musculatura. Existen analgésicos,
antiinflamatorios, geles y cremas, infiltraciones
locales y fármacos que pueden evitar la
progresión de la artrosis. Siempre debe ser su
médico o reumatólogo quien decida lo más
adecuado para usted. No automedicarse.
Dormir en cama plana. Evitar sentarse en
sofás hundidos y usar sillas con respaldo
recto (caderas y rodillas mantienen una
posición natural y los pies en contacto con
el suelo).
El ejercicio aumenta la fuerza de los músculos
y protege la articulación. Es bueno
caminar, ir en bicicleta y nadar. Pero en las
fases con mayor dolor conviene el reposo.
Evitar sobrecargar las articulaciones. No coger
pesos, no caminar por terrenos irregulares
y no estar de pie mucho tiempo. Calzado
adecuado, con sula gruesa que absorba la
fuerza del impacto del pie contra el suelo.
Mejor zapato plano o con ligero tacón. Las
aguas mineromedicinales de los balnearios
mejoran el dolor y relajan la musculatura.
Lo más importante: mantener una actitud
positiva ante la enfermedad y la vida.