TOQUE DE TENTENUBLO
La historia nos habla de la costumbre
en las zonas de Castilla y León, Castilla
La Mancha y parte de Aragón, para alejar
las tormentas de hacer repicar las campanas
de las iglesias para contener, disipar o al
menos suavizar las tormentas de lluvia y
granizo antes de la cosecha por los graves
daños que ocasionaban en el campo y las
cosechas. Las campanas servían también de
orientación a los que trabajan lejos del
pueblo.
Esta tradición permanece viva en loa Arcos,
Navarra. Pueblo donde desde el mes de mayo
y hasta septiembre tocan las campanas de
la Iglesia de Santa María el toque del
Tentenublo.
El toque se realiza con dos campanas, la de
Santa María y la de Irache. Son las dos más
grandes y graves de las siete que tiene la
torre, y es acompañado de una letra que dice
así: Tente nublo/ Tente en ti/ No te caigas
sobre mí/ Guarda el Pan/ Guarda el vino/
Guarda los campos/ que están floridos.
Ademas del toque de campanas, en uno de los
compartimientos o minarete de la torre se
encuentra alojado el relicario del Lignum
crucis, desde donde bendice y protege los
campos. La Cofradía de la Vera Cruz fue
quien recuperó y mantiene la tradición.
La historia nos habla de la costumbre
en las zonas de Castilla y León, Castilla
La Mancha y parte de Aragón, para alejar
las tormentas de hacer repicar las campanas
de las iglesias para contener, disipar o al
menos suavizar las tormentas de lluvia y
granizo antes de la cosecha por los graves
daños que ocasionaban en el campo y las
cosechas. Las campanas servían también de
orientación a los que trabajan lejos del
pueblo.
Esta tradición permanece viva en loa Arcos,
Navarra. Pueblo donde desde el mes de mayo
y hasta septiembre tocan las campanas de
la Iglesia de Santa María el toque del
Tentenublo.
El toque se realiza con dos campanas, la de
Santa María y la de Irache. Son las dos más
grandes y graves de las siete que tiene la
torre, y es acompañado de una letra que dice
así: Tente nublo/ Tente en ti/ No te caigas
sobre mí/ Guarda el Pan/ Guarda el vino/
Guarda los campos/ que están floridos.
Ademas del toque de campanas, en uno de los
compartimientos o minarete de la torre se
encuentra alojado el relicario del Lignum
crucis, desde donde bendice y protege los
campos. La Cofradía de la Vera Cruz fue
quien recuperó y mantiene la tradición.