Alquiló una cabaña frente a la
bahía desde la cual
podía zambullirse en el
mar.
Tenía al frente una pequeña isla, y, detrás, la alta
empalizada de
montañas de picos abruptos cargadas
de vegetación. Nada mas instalados en Ataiea empezó
a pintar, con verdadera furia creativa.
MARIO VARGAS LLOSA.