De repente, un gavilán dio una fulminante zambullida en el
cielo y
ataco al otro, cuando hizo este movimiento, el muchacho tuvo una súbita
y rápida visión: un
ejercito, con las espadas desenvainadas, entraba en
el oasis. La visión desapareció en seguida,, pero aquello le dejó
sobresaltado.