Con rapidez y agilidad aterrdora, el enorme
perro cambió de dirección y se encamino hacia
el automovil. Ahora el torpe tambaleo había
desaparecido como si no hubiera sido más que
una simulación.
Stephen KING
perro cambió de dirección y se encamino hacia
el automovil. Ahora el torpe tambaleo había
desaparecido como si no hubiera sido más que
una simulación.
Stephen KING