"Apago el despertador al primer timbrazo.
Las ocho de la mañana. Aunque llevaba horas
despierto, una súbita pesadez se apoderó de
sus miembros y tuvo que hacer un esfuerzo
para levantarse de la cama, e ir a la ducha.
El chorro de agua fresca disipó el embotamiento
y se llevó consigo una parte de los efectos del desajuste
horario. Había llegado la tarde anterior, tras
un interminable vuelo Buenos Aires-Barcelona
que se prolongó aún más en la oficina de reclamación
de equipaje del aeropuerto.
TOM HILL
Las ocho de la mañana. Aunque llevaba horas
despierto, una súbita pesadez se apoderó de
sus miembros y tuvo que hacer un esfuerzo
para levantarse de la cama, e ir a la ducha.
El chorro de agua fresca disipó el embotamiento
y se llevó consigo una parte de los efectos del desajuste
horario. Había llegado la tarde anterior, tras
un interminable vuelo Buenos Aires-Barcelona
que se prolongó aún más en la oficina de reclamación
de equipaje del aeropuerto.
TOM HILL