Dios mismo, se queja de la dureza de mente de
su pueblo. Pero no lo abandona. No le faltarán
al pueblo profetas de parte de Dios.
Con Jesús pasa lo mismo: su misión más difícil
es por ahora Nazaret, su pueblo.
No cren en él, porque le conocen de toda la vida;
es el "carpintero", el hijo de María. Esa falta
de fe impide que Jesús cure a sus enfermos.
A Pablo le pasará lo mismo en sus muchos viajes
serán las comunidades de judíos las que más se
resisten a creer en Jesús, mientras que los paganos
si que escuchan. Y Pablo es un hobre tentado de
soberbia.
Ni Jesús se libró de tentaciones, ni Pablo tampoco.
Pero Pablo sabe que su propia debilidad es su
fuerza, porque le oblifa a fiarse más Dios que de
sí mismo. Y nos ha regalado lo que era su propia fuerza,
para que la hagamos nuestra: "·Te basta mi gracia".
su pueblo. Pero no lo abandona. No le faltarán
al pueblo profetas de parte de Dios.
Con Jesús pasa lo mismo: su misión más difícil
es por ahora Nazaret, su pueblo.
No cren en él, porque le conocen de toda la vida;
es el "carpintero", el hijo de María. Esa falta
de fe impide que Jesús cure a sus enfermos.
A Pablo le pasará lo mismo en sus muchos viajes
serán las comunidades de judíos las que más se
resisten a creer en Jesús, mientras que los paganos
si que escuchan. Y Pablo es un hobre tentado de
soberbia.
Ni Jesús se libró de tentaciones, ni Pablo tampoco.
Pero Pablo sabe que su propia debilidad es su
fuerza, porque le oblifa a fiarse más Dios que de
sí mismo. Y nos ha regalado lo que era su propia fuerza,
para que la hagamos nuestra: "·Te basta mi gracia".