En tiempos, los habitantes de Cardaño, regalaban una parcela en este lugar, al que contruyera un refugio en ella. En lo más bajo, los prados de las Lomas, supongo que ya unicamente como "prados de diente" y no de "siega". Al final de la loma, de pastos de campera, se encuentra el ya muy renombrado Pozo de las Lomas.