Fue construida a mediados del siglo XII por el maestro Fruchel, la
fachada occidental de 1160, una de las mas bellas del
románico de transición.
La fachada occidental de la
iglesia de Santiago es uno de los más espléndidos hitos, no sólo del románico español, sino del
arte medieval europeo. Se compone de la
portada de acceso al templo y de un gran friso horizontal situado encima de ella.
Por encima, aparece el elemento escultórico que verdaderamente ha dado fama internacional a
Carrión de los Condes: su soberbio friso, donde aparece
Cristo en Majestad rodeado por el Tetramorfos, así como un soberbio Apostolado en los extremos.