Es una construcción de grandes proporciones: 130 metros de longitud, con una anchura de 50 metros en el crucero, más otros tantos del
claustro y sala capitular; el
ábside roza los 43 metros de altura. Se trata de un
edificio de estilo predominantemente
gótico, aunque conserva elementos anteriores, de época visigoda y
románica, y elementos decorativos renacentistas, barrocos y neoclásicos. La construcción comenzó en el siglo XIV, siendo la única gran
catedral castellana iniciada en esa centuria.