Doy vista al otro lado, el
Barrio de Arriba de la Villa, las praderas de la Barbacana, inundadas por el riego o por las
lluvias de la semana pasada, paraíso de las
cigüeñas. Una docena de ellas buscando su sustento y el de sus polluelos ya grandes que con sus padres emprenderán el vuelo dentro de menos de un par de meses al África. Algunos dicen que se quedan, pero creo que no en esta zona, con mucha
nieve en el
invierno. Cierto que aparecen de nuevo en los primeros días de febrero y resisten nieves y fríos tremendos, pero nunca he visto alguna en diciembre, el de los días cortos y las
noches largas...