Es posible que muchos piensen que la
fotografía en
color es moderna. Demuestro que no es así. Por suerte tuve acceso a los carretes de color a mediados del siglo pasado. A través de un fraile alemán que con varios más habían instalado un
colegio de enseñanza en
Cervera de Pisuerga. Colegio Regina Pacis y él, P. Godofredo Tramper (D. E. P.) nos traía los carretes de
Alemania. Eran las famosas diapositivas que tenían el aliciente de ser proyectadas en pantalla y poseían un encanto y una calidad singulares.
Eran caros, sobre todo la conservación entre cristales especiales. El primero de todos le usé en una ascensión al Curavacas en 1957, pero esta es la primera diapositiva que hice de Pico Almonga en el
otoño de 1958, incluso antes de la primera fotografía en negro de noviembre de ese mismo año. Intenté reflejar los
colores del otoño y en su primer tiempo de hechura sus colores eran maravillosos. Más de medio siglo no pasan en balde.
No muchos reconocerán el lugar (cruce de las
calle de Libertad y de las
Torres. Hoy el lugar está urbanizado totalmente.