Esta es una de las múltiples
fotografías que le hago al Pico al salir a mi
puerta tomándole un poco como referencia del tiempo reinante o del que va a venir.
Es una
costumbre que ya que no puedo dejar de ejercitar. Si está cubierto, “cuando el Pico tiene toca, Cervera se moja”, si hay
niebla en su base, si brilla blanco en el azul del
cielo, si el hayedo se pone verde en mayo, sí…
A mediado del siglo pasado, con escasas
casas de tres pisos, era el señor del
caserío y su vista obligada. Hoy hay edificaciones que le ocultan, pero sigue siendo un punto de referencia.