Esta
foto –hecha el viernes
santo de ese año- es sobre todo, para mostrar los cambios que se han producido en este siglo. El Pico sigue –gracias por ello- inmutable, pero el entorno del
puente Barrio no. Se ha terminado el gimnasio del
Colegio que en la anterior estaba en esqueleto.
Y el
río ha cambiado a causa de un dragado reciente. El clásico
pozo del Puente Barrio lleno de truchas ha sido rellenado y las truchas han desaparecido, algo que no es exclusivo de este tramo de río, un talud de
piedra en la orilla derecha del río sostiene al reciente y tantas veces nombrado
Paseo de los poetas. La vegetación de las orillas de este tramo de rio ha sido eliminada. Son los riesgos de lo que llamamos progreso.
Por contra se ha dotado al talud de una pequeña escalerilla para el acceso al río, pensando, quizá en los pescadores, pero al día de hoy casi ha desaparecido por la falta de uso ya que ver un pescador por el río es una imagen del pasado.