Otra
fotografía en forma vertical sobre uno de los parajes más atractivos de la
Montaña Palentina. El
pantano, que para esas fechas se había conseguido que se mantuviera a un nivel suficiente durante todo el
verano (la fotografía debe ser de septiembre) para mantener las actividades habituales, baño, vela… y sobre ellas la figura noble de un
parador de gran categoría.
Un arbolado protegido, con dos especies principales. El roble (Quercus pirenaica) en los espacios soleados y el haya (Fagus sylvatica) en los sombríos y muchas otras especie de plantas y
flora que hacen el entorno privilegiado.
Por él y solo en la época moderna han pasado gente de primera categoría. Geólogos como Gustav Schulze, botánicos como Pio Font Quer, pioneros como el Conde de Saint Saud…
Y eso en tiempos en que no había un Parador de Turismo.